La relación terminó en el mismo momento en el que no había comenzado.
Inclusive todo esto tenía que ver con lo que ya venía pidiendo a dios y al universo.
Fuera de la situación en la que me veía después de analizarlo mentalmente o después de esas fichitas que caen tiempo más tarde; esas fichitas definieron el juego.
El juego estaba cambiando y clarísimamente (si es que esta palabra existe) había terminado.
Lo que yo podía, y gracias, todavía puedo ver es que me había encontrado en la vida con un poeta de la sutileza.
No podía estar más feliz.
Habiéndome encontrado en la vida con asesinos, paranoicos, violadores y drogadictos, no pasaba desapercibido un hombre que te hiciera una cena porque sí. Y no con motivo de reconciliación por haberte ahorcado esa misma mañana por un ataque de incomodidad humana consigo mismo.
Definitivamente lo que acá estaba pasando era otra cosa.
Por fin, o mejor escrito por principio, estaba-estoy permitiendo que me vean como una mujer y estoy permitiéndome ver a un hombre como hombre y no como un niño que necesita de una madre que no le provea de drogas.
Definitivamente hoy estoy en el camino de la vida.
Y que él este diciendo que no es que yo también.
Cada uno con sus razones y/o sentimientos dice que si y dice que no a las cosas en general.
Y en este caso, no casualmente si un hombre me estaba diciendo que no es porque en un punto yo también le estaba diciendo que no, siendo entre otras cosas una psicótica o una asesina serial sin un muerto y sin un sueldo fijo.
Además de que igual una parte mía siga respondiendo a los patrones con los que me maneje toda la vida y que me cueste un kilo y medio de helado de $400 desprenderme de ellos, por el mejor helado del mundo estaba probando uno mejor.
Uno que no conocía y que en este tiempo tan corto y en tantos largos años de trabajo de vida, y tan cortos minutos de tiempo me estaba permitiendo conocer.
Pensaba, en que los imanes me estaban funcionando mejor, y que si en este momento de mi vida estaba atrayendo seres que miren la vida era porque yo también ya estaba en ella.
Por alguna razón estaba ocupando el lugar que me correspondía en el universo.
Y eso pesa más que un kilo y medio de helado de $400 que uno no quiere comer.
Esta vida era mía. Es decir, si que es mía y se me vienen muchas imágenes de felicidad futuras porque el presente esta muy presente.
Agradezco a quién pueda ver estas letras y entender en ellas un poco de amor.
Un poco de amor que en algún momento estuvo en otra parte ocupando un espacio muy acotado y difuso y que esta saliendo en este momento por todos los lugares que recorre el viento.
Y así de nuevo, terminando enero, todo lo que está escrito se esta cumpliendo.
Como en este caso hoy y ahora.
Volver a conectarme con la escritura.