viernes
La soledad y los gatos
La soledad es un objeto móvil, como un auto o algo así.
A veces uno es el que está dentro del auto y otras es ella quien se mueve de lugar.
Cuando ella se mueve, fuera del auto, no hay manera de salvarse, es ella quien decide donde va y donde no.
Obviamente que tiene una sensibilidad hacia ciertas personas, "imán", como ella lo llama.
Un buen ejemplo son las personas que duermen con gatos o solamente conviven con ellos.
Si, es que hay una especie de pacto secreto entre la soledad y los gatos, pero es otra soledad que la que conocemos.
Es la soledad de los gatos.
Ciertamente no puedo hablar mucho de esto, por algo este pacto es secreto.
Y aunque tanto quiera, todavía no soy gato, o sí, pero no se más nada de este pacto que hay entre ellos. Solo que existe (como el existir de los gatos o la soledad).
Hay una especie de apocalípsis cuando la persona duerme con un gato, o mejor dicho, cuando el gato duerme con la persona. Porque es él quien decide.
La relación entre la soledad y el gato se refleja en la persona, cuando está durmiendo. Por lo que ella nunca se entera -ni enterará-.
Solo se refleja en su inconsciente, en sus sueños, donde la soledad y los gatos (agregá una palabra parecida entre competir-luchar-dominar-pelear y jugar) por ese sueño de esa persona que duerme.
La mañana o tarde siguiente la persona recalcará la extraña atmósfera del sueño soñado pero no encontrará respuesta lógica ni aparente a dicha/referida/nombrada/mencionada experiencia.
jueves
esto se llama como esa calle que tiene tu mismo nombre y apellido por acá, cerca de esta casa
Me estoy volviendo loca por saber de vos. ¿Qué es todo esto?. ¿Para que?.
Y pienso que me da bronca buscarte y que no me busques.
Y encontrarme y que no estés.
Ese espacio esta vacío, me doy cuenta. ¿Lo que me hace esto es el vacío o vos?. Es decir, te veo y veo el vacío. Veo a Estocolmo en Francia y a marruecos en Tutankamón.. No quiero volver a caer de nuevo en lo mismo. No quiero volver a caer de nuevo en vos. En las drogas en los drogadictos en los hombres no como hombres si no como niños que necesitan madres. Quiero un hombre que me haga mujer solamente por el hecho de ser hombre en la vida y verlo y que me vea como tal. Como mujer. Te quiero a vos si. Pero no quiero que seas un hombre en mi vida. No ahora.
Y me da bronca y me da impotencia. Haberte querido tanto y que nos hayamos querido tanto. Pero no es eso lo que me da bronca. Me da bronca la nostalgia de lo que no fue de lo que no se pudo y del dolor que todavía me causa el nosotros en mi. El no tomarte del todo porque tengo bronca y porque todavía un poco quiero que las cosas sean de otra manera. Si, necesito un poco mas de tiempo para poder decirte gracias por todo y sanar. Y así me voy a dormir. Te quiero muy cerca por un rato.
Eso quisiera. Quisiera que eso sea posible por un rato. Pero verte es el vacío y el vacío ya esta.. Es como si una parte de mi quisiera volver atrás y decirte todo. Mirá, esto no va mas. Y te quiero. Y no quiero las drogas y no quiero a tu mama en el medio. Y no quiero sexo de 3 minutos. Y no es verdad. No te quiero a vos a vos a vos. Quiero lo que no es, quiero lo que fue y todo eso me trae verte, el vacío de lo que no es ahora. Y la nostalgia de lo que hubiera querido o de lo que hubiera sido.
Y que no es. Y que no es. Y que no fue. Y que no esta. Y el vacío. Y que no es. Y que no esta y que no es. Y que no fue. Y que no somos. Y que no fuimos.
Y pienso que me da bronca buscarte y que no me busques.
Y encontrarme y que no estés.
Ese espacio esta vacío, me doy cuenta. ¿Lo que me hace esto es el vacío o vos?. Es decir, te veo y veo el vacío. Veo a Estocolmo en Francia y a marruecos en Tutankamón.. No quiero volver a caer de nuevo en lo mismo. No quiero volver a caer de nuevo en vos. En las drogas en los drogadictos en los hombres no como hombres si no como niños que necesitan madres. Quiero un hombre que me haga mujer solamente por el hecho de ser hombre en la vida y verlo y que me vea como tal. Como mujer. Te quiero a vos si. Pero no quiero que seas un hombre en mi vida. No ahora.
Y me da bronca y me da impotencia. Haberte querido tanto y que nos hayamos querido tanto. Pero no es eso lo que me da bronca. Me da bronca la nostalgia de lo que no fue de lo que no se pudo y del dolor que todavía me causa el nosotros en mi. El no tomarte del todo porque tengo bronca y porque todavía un poco quiero que las cosas sean de otra manera. Si, necesito un poco mas de tiempo para poder decirte gracias por todo y sanar. Y así me voy a dormir. Te quiero muy cerca por un rato.
Eso quisiera. Quisiera que eso sea posible por un rato. Pero verte es el vacío y el vacío ya esta.. Es como si una parte de mi quisiera volver atrás y decirte todo. Mirá, esto no va mas. Y te quiero. Y no quiero las drogas y no quiero a tu mama en el medio. Y no quiero sexo de 3 minutos. Y no es verdad. No te quiero a vos a vos a vos. Quiero lo que no es, quiero lo que fue y todo eso me trae verte, el vacío de lo que no es ahora. Y la nostalgia de lo que hubiera querido o de lo que hubiera sido.
Y que no es. Y que no es. Y que no fue. Y que no esta. Y el vacío. Y que no es. Y que no esta y que no es. Y que no fue. Y que no somos. Y que no fuimos.
martes
soy
Soy in disimulable.
Tu cuerpo me vuelve vulnerable.
Desata esta inseguridad que se hace agua.
Esta agua que nadie bebe. Esta agua contaminada por este tiempo.
Y por ese otro.
Y por ese espacio vacío que es tu silencio.
Tu silencio es estrategia pura, pero como duele.
La ignorancia es lo que duele.
La palabra mal pronunciada.
Me pone muy nerviosa escuchar tus sonidos.
No quiero saberte mas nada.
Mas nada quiero.
De nadie de todos ellos.
antes
Antes de irme me gustaría escribir un poco sobre todo esto.
No puedo empezar por ningún lado porque no quiero empezar.
Eso es lo primero
Primero) no quiero. Me niego. Pero lo acepto
Acepto mi negación.
Supongamos que esta situación es nueva para mí, supongamos que nunca me paso.
No se como manejarme. En realidad es como si quisiera que se arreglara sola y yo mientras vivir al lado de los hechos. Mirarlos y sentirlos a medida que pasan.
Soy ajena a mí en este momento. Me estoy desconociendo. No me conozco. No se como actuar. El tema no es saber actuar pero si sentirme bien. Elegir. Elegir un camino es de por si descartar el otro.
Los dos caminos tienen cosas que me encantan. Pero por algo son dos y no uno.
Quizás debería tomarme un tiempo. Como cuando uno disfruta mucho un te, pensarlo, porque el te ni siquiera me gusta. Hacer como si disfrutara de un te en gran bretaña a las 5 de la tarde. Desconozco mis asociaciones. Con libertad fluyen pero las detengo.
Detengo todo. Vivo los segundos congelados. Con todo. Con todo mi ser. Cuando me alejo de los segundos me convierto en otro tiempo. Que no se mide. No existe una maquina que pueda medirlo. No quiero que exista.
Contradicción soy hoy. Y lo acepto. Vivo la contradicción en los puntos más extremos. Me entrego en cada costado. Pero quedo en el medio.
Eso es lo que me descalabra. No me muevo. Como no tomo ningún camino estoy quieta.
Quieta congelada en un segundo, sin movimiento. Sin calor humano. No siento el calor porque no me lo permito.
Repito. Si en el segundo. Pero no transito el camino.
Vivo el segundo pero no lo transito. No lo pienso.
Lo pienso cuando estoy lejos y los segundos se me juntan. No se cual quiero. No se cual prefiero.
Desearía por momento no haber conocido a ninguno.
De los caminos,
Uno es el punto sin retorno.
Otro es el punto sin retorno de mi misma.
No se que camino de mi misma quiero transitar. No se si quiero transitar lo desconocido. Atravesarlo con todo mi ser o dejarlo morir. No quiero aceptar su existencia.
Quiero tener una tarde de merienda y tomar el nesquick. Quiero mirar dibujitos. Quiero ser feliz.
En este camino no hay dibujos. Tengo miedo de que me alejen de las líneas y de los puntos.
De lo primario. De lo animal
De eso estoy mas cerca pero quizás mas lejos de lo humano.
Lo único que me trae a ello es lo racional. La escritura. El escribir.
Escribir por escribir.
Por el hecho de fabricar autores anónimos. Sin pasado ni presente ni futuro. Autores atemporales.
Autores que se fabrican solos, autores sin escritor.
Como un túnel. Como un túnel que en la última pagina cambia su sentido paradigmático.
Este proceso se llama cambiar el paradigma, diría alguien muy racional que esta es una crisis. Que esto es un acomodamiento. Que esto es parte del proceso.
En cambio yo prefiero no decir. Preferiría no escribir. Preferiría no saber comunicarme en este idioma vacío.
Eso es lo que niego. El idioma. No el ser humano. No el ser.
Niego el expresarme en estas teclas que tocan mis dedos, o al revés.
Niego el espejo de mí. El derecho.
Basta.
Como decía. Preferiría ahogarme en algún líquido denso. De mar.
Que algún ser racional tome las riendas de lo que no quiero tocar expresamente.
Preferiría que el mundo quedara mudo ciego y sordo. Y ahí poder hablar.
El miedo es mi puerta más fuerte y pesada. No se si quiero derribarla.
No se de que lado quiero estar.
No se si quiero olvidar que acabo de inventar esa puerta. O que acabo de inventar el significado de miedo.
Ojala desde mañana ya nadie me nombre. Que el mundo olvide. Y que yo olvide al mundo.
...
Hoy me mire al espejo de nuevo. Como esa vez. Como esa vez, de nuevo.
Pensaba que ese reflejo no era mío. Pero, ¿Que otra imagen tenia de mí que no era mi reflejo? ¿Y como sabia que esa era o no era yo? Si era la única imagen que tenia de mí. Y tengo de mí. Quizás siempre tuve estas arrugas en la cara. Tengo cara de roca. Tengo arrugas de tiempo. Y no se quitan. Son más marcadas que antes. Son más marcadas que la otra vez que me vi de la misma manera. El gato se comporta de una manera extraña. ¿O soy yo la que lo ve así?
¿Cual es la diferencia entre una cosa y la otra? Si todo pasa por esta mente. No hay manera de salir de todo esto. Ni siquiera si me miro al espejo. Porque en ese espejo estoy yo. O mi imagen. O mis arrugas. O el tiempo. O mi tiempo. O las arrugas de mi tiempo. Mi tiempo es una roca. La roca es el tiempo de mi cuerpo. Y nos reflejamos ahí, en ese espacio. Donde las imágenes no le pertenecen. El espejo refleja las imágenes que no le pertenecen. Será que el reflejo no me pertenece. Que ese tiempo es de mis arrugas pero no me pertenece. No le pertenece a este cuerpo. No le pertenece a este tiempo.
Soy una roca de tiempo. Una roca arrugada. Se siente la textura en la piel. El tiempo en la piel. Y no necesito tocarlo. Ya ni siquiera es mi ojo el que mira. El tiempo es el que esta mirando. En ese momento, soy el tiempo.
Soy el reflejo del tiempo.
Será que es al revés. No hay que salir de esto. Hay que entrar.
Hay que atravesarse a uno mismo.
Escribir sobre uno mismo es como una ensalada de geografía, biología y sedentarismo.
Me doy cuenta que cuando me quiero poner a escribir no me salen las palabras. Se quedan quietas y mudas. Las palabras no se escriben cuando yo quiero. Se escriben solas. No necesitan de mí. ¿Será así con todo?
¿Será que yo necesito de ellas? Así como necesito de todo lo que necesito. De los seres humanos. De la estimulación. De las empanadas. Del sexo.
Que patético que es ser un ser humano. Porque “ser” un “ser” humano. Es un verbo en infinitivo. Somos un verbo que todavía no es. Que no tiene tiempo. No tiene tiempo definido. Soy un ser sin tiempo definido. Es como decir que podría ser de cualquier tiempo. De cualquier década. De cualquier país. Y sin embargo nací acá, en el medio de la ciudad. Pero es algo que siempre descreí. ¿Como se que nací? Si no me acuerdo de eso. ¿Como se que existo si puedo verme solo a través de un espejo?....que ni siquiera soy yo, sino un reflejo de mi. Dos paradojas. Uno la memoria. Dos, los reflejos.
Todo lo que no recuerdo es como si no hubiera existido.
Que difícil que es ponerme a hablar de mi. Yo pienso en mi corta manera de expresarme. Y pienso. Por eso elegí lo que elijo todos los días. Por eso elijo estudiar lo que estudio. Las amistades que tengo. Los amores que tengo. Los gatos. Las cosas que quiero hacer que todavía no hago. Pero por eso elijo lo que elijo. Porque no tengo que hablar de mí. No tengo que explicar sobre mí. Por eso hago las cosas. Para que las cosas hablen de mí. De lo que todavía no se inclusive. Y no pido nada a cambio. Si lo hice en otros momentos.
Para que las cosas digan de mí. Explique sobre mí. Sobre lo que no se. Eso es. No se nada de mí. Es lo que estoy intentando hacer un poco todos los días. Saber algo. Apropiarme de algo. O que ese algo se apropie de mi cuerpo y haga algo conmigo. Que el saber se apropie de mi, no yo de el. Como de una manera inconsciente. Que ingrese a mí de esa forma.
No se si es triste no saber nada de uno. Quizás es lo que me hace seguir donde sigo, o donde recién estoy empezando. El no saber y el ansiar las cosas. El deseo.
(¿Será que todo es una cuestión del deseo?). Lo que estimula. La estimulación.
Creo que eso es de lo poco que se de mi. Que busco cosas que me estimulen. Con todo lo que hago. Y con todo lo que esta ahí latente. Buscándome, buscándonos.
Por eso debe ser que detesto tanto cuando alguien pregunta que quisiste decir con “H”IJOJHHUHUGU?..¿Que quisiste decir cuando dijiste “jidjhduhrihruhufh”?.
Porque no tengo idea.
Hay un abismo tan inmenso entre el decir y lo dicho. Entre el hacer y lo hecho. Creo que el “ser” esta en el medio de los dos. Como haciendo un equilibrio. Como todavía buscando las herramientas para que el decir-hacer y lo dicho-hecho, estén cada vez mas cerca. Además por eso hago lo que hago. Para no hablar sobre eso. Para que sea el hecho el que hable por mí.
Somos un verbo en infinitivo.
Ser o no ser. Esa es la cuestión.
Ser o no ser un verbo en infinitivo. Esa es la cuestión.
Esta es mi versión de Shakespeare. Es decir, esta es la versión Rubinsztein de Shakespeare si fuera Shakespeare siendo Rubinsztein.
Es imposible salir de uno mismo. O es imposible salir corporalmente de uno mismo. Digo, siendo en el cuerpo de otro. O siendo un cuerpo de otro. O siendo un cuerpo que no es nuestro. Pero ¿estamos tan arraigados a este cuerpo? ¿Es tan nuestro? ¿Somos tan nuestros como creemos?
Tengo cincuenta mil preguntas y un día me di cuenta que tengo todas las respuestas.
Las respuestas son las preguntas al revés. Y lo mismo viceversa.
Quien tiene las preguntas tiene las respuestas.
Las preguntas son la respuesta. El preguntar. El enigma. El sin sentido, también.
El escribir sin sentido también es una respuesta.
La pregunta es el hecho que hace hacer. Y la respuesta también. La respuesta es el hacer. El movimiento. El movimiento es la única respuesta a todo.
sábado
mañana ya dejé
Ese fue el lema con el que comencé antes de irme.
De repente siento que hubiese sido hace más de una semana y ni esta cerca de ese tiempo.
Extraño Buenos Aires y no.
Extraño seres humanos que jamás ni hubiera ni hubiese imaginado extrañar también.
Me veo en la situación de dejar de fumar de nuevo, viviendo en una casa que ya tiene un clima familiar constante.
Pareciera que en estos lugares se genera la confianza necesaria como para que en el mismo día el tipo que te discutía y provocaba sea el mismo con quien después te comes una ensalada en buena sintonía.
Una conclusión que saque en este viaje es que quien te provoca te quiere coger, no hay otra.
Y yo ya no entro en esa, la inmortalidad física no me lo permite.
El día de hoy de lluvia, desde temprano, sucedió en la situación de desayuno.
Me levante temprano específicamente para desayunar, cosa que no había hecho en 2 días y que viene incluida con la tarifa que todavía no pague ni una vez.
Tuvimos la remota idea de ir a un bosque energético y desistimos cuando apareció la lluvia.
Ese plan fue reemplazado por ir a la costa al lado de las rocas a ver como golpeaba el mar sobre ellas y nos salpicaba sin pedir permiso.
Sigo acá y me sigo dando cuenta que no tengo planes, que no se cuando vuelvo, y a veces no se ni con quien estoy hablando.
Aunque como nunca o como siempre más que nunca, estoy presente.
De repente siento que hubiese sido hace más de una semana y ni esta cerca de ese tiempo.
Extraño Buenos Aires y no.
Extraño seres humanos que jamás ni hubiera ni hubiese imaginado extrañar también.
Me veo en la situación de dejar de fumar de nuevo, viviendo en una casa que ya tiene un clima familiar constante.
Pareciera que en estos lugares se genera la confianza necesaria como para que en el mismo día el tipo que te discutía y provocaba sea el mismo con quien después te comes una ensalada en buena sintonía.
Una conclusión que saque en este viaje es que quien te provoca te quiere coger, no hay otra.
Y yo ya no entro en esa, la inmortalidad física no me lo permite.
El día de hoy de lluvia, desde temprano, sucedió en la situación de desayuno.
Me levante temprano específicamente para desayunar, cosa que no había hecho en 2 días y que viene incluida con la tarifa que todavía no pague ni una vez.
Tuvimos la remota idea de ir a un bosque energético y desistimos cuando apareció la lluvia.
Ese plan fue reemplazado por ir a la costa al lado de las rocas a ver como golpeaba el mar sobre ellas y nos salpicaba sin pedir permiso.
Sigo acá y me sigo dando cuenta que no tengo planes, que no se cuando vuelvo, y a veces no se ni con quien estoy hablando.
Aunque como nunca o como siempre más que nunca, estoy presente.
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la vida misma,
Una misma,
vacaciones
jueves
al lado del puerto, la puerta
Estoy en tierra firme.
Siempre me pregunté como es que cuando una persona se va de viaje lo primero que hace es conectarse a una computadora y de repente acá estoy, llegada a destino y con Ofelia en una habitación (mujer que todavía no conozco).
Ofelia claramente por el nombre me hace recordar a la misma Ofelia de Gualeguaychú (lugar del que ya contaré alguna vez también).
Será la necesidad de contarle al mundo un poco de algo de uno.
Recién comienza mi viaje, aunque un poco comenzó ayer desde que ya sabía de su existencia.
Llegue a la terminal y tenía muchas opciones, entre las cuales no estaba incluido tomarme un taxi. Cuando vi la posibilidad de la mesita de informes, un muchacho muy amablemente me indicó que podía tomarme el 511 y que iba a dejarme a 10 cuadras aproximadas.
Pensaba que en estas situaciones en las que una mujer, sola, caminando con un bolso dan a pensar a los demás que se trata de una persona (hembra en este caso) que esta viajando consigo misma.
No falto tiempo en que se me acercara un macho x a hablarme.
Cuando caminaba (antes de que se me cruce el macho x) pensaba en que en el secreto estaba en manejarse como si uno supiera por que calles va o como si hubiera vivido en ese mismo lugar cuando era chico.
Primero me pregunto algo que no entendí y después de repetirlo 3 veces le respondí que de Buenos Aires aunque había vivido un tiempo acá cuando pequeña.
Surgió un mini dialogo en los que siempre cuando no conozco al otro me tomo el atrevimiento completo de ser completamente sincera inclusive a veces un poco dañina, no a propósito, si no que me siento libre de ser, en la circunstancia en la que hablo con un desconocido.
Después de que me preguntó mi nombre y le respondí Violeta, le pregunté si siempre era de levantarse minitas cuando caminaba por la calle. Se rió, se que puedo ser muy graciosa y mala onda al mismo tiempo. Me pidió el teléfono fácil 5 veces con lo que se volvió muy insistente y se lo hice saber. Se justificó diciendo que era taurino, cosa que lo hizo quedar más idiota porque yo también lo soy.
En fin, me siento en mi salsa, recién llegada y sin planes. Los únicos planes son que ya tengo un lugar donde quedarme que es como una casita compartida en la que vivo con Ofelia a quién en algún momento tendré el agrado de conocer o no y quizás alguna vez vayamos a la playa en maya (me gusta escribirlo así).
En este momento tengo idea de desconectarme del plano virtual y conectarme con el real y natural. Bajo ningún efecto de nada solo el de estar presente en el aquí y el ahora.
Siempre me pregunté como es que cuando una persona se va de viaje lo primero que hace es conectarse a una computadora y de repente acá estoy, llegada a destino y con Ofelia en una habitación (mujer que todavía no conozco).
Ofelia claramente por el nombre me hace recordar a la misma Ofelia de Gualeguaychú (lugar del que ya contaré alguna vez también).
Será la necesidad de contarle al mundo un poco de algo de uno.
Recién comienza mi viaje, aunque un poco comenzó ayer desde que ya sabía de su existencia.
Llegue a la terminal y tenía muchas opciones, entre las cuales no estaba incluido tomarme un taxi. Cuando vi la posibilidad de la mesita de informes, un muchacho muy amablemente me indicó que podía tomarme el 511 y que iba a dejarme a 10 cuadras aproximadas.
Pensaba que en estas situaciones en las que una mujer, sola, caminando con un bolso dan a pensar a los demás que se trata de una persona (hembra en este caso) que esta viajando consigo misma.
No falto tiempo en que se me acercara un macho x a hablarme.
Cuando caminaba (antes de que se me cruce el macho x) pensaba en que en el secreto estaba en manejarse como si uno supiera por que calles va o como si hubiera vivido en ese mismo lugar cuando era chico.
Primero me pregunto algo que no entendí y después de repetirlo 3 veces le respondí que de Buenos Aires aunque había vivido un tiempo acá cuando pequeña.
Surgió un mini dialogo en los que siempre cuando no conozco al otro me tomo el atrevimiento completo de ser completamente sincera inclusive a veces un poco dañina, no a propósito, si no que me siento libre de ser, en la circunstancia en la que hablo con un desconocido.
Después de que me preguntó mi nombre y le respondí Violeta, le pregunté si siempre era de levantarse minitas cuando caminaba por la calle. Se rió, se que puedo ser muy graciosa y mala onda al mismo tiempo. Me pidió el teléfono fácil 5 veces con lo que se volvió muy insistente y se lo hice saber. Se justificó diciendo que era taurino, cosa que lo hizo quedar más idiota porque yo también lo soy.
En fin, me siento en mi salsa, recién llegada y sin planes. Los únicos planes son que ya tengo un lugar donde quedarme que es como una casita compartida en la que vivo con Ofelia a quién en algún momento tendré el agrado de conocer o no y quizás alguna vez vayamos a la playa en maya (me gusta escribirlo así).
En este momento tengo idea de desconectarme del plano virtual y conectarme con el real y natural. Bajo ningún efecto de nada solo el de estar presente en el aquí y el ahora.
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vacaciones
martes
el avioncito y el tractor
La relación terminó en el mismo momento en el que no había comenzado.
Inclusive todo esto tenía que ver con lo que ya venía pidiendo a dios y al universo.
Fuera de la situación en la que me veía después de analizarlo mentalmente o después de esas fichitas que caen tiempo más tarde; esas fichitas definieron el juego.
El juego estaba cambiando y clarísimamente (si es que esta palabra existe) había terminado.
Lo que yo podía, y gracias, todavía puedo ver es que me había encontrado en la vida con un poeta de la sutileza.
No podía estar más feliz.
Habiéndome encontrado en la vida con asesinos, paranoicos, violadores y drogadictos, no pasaba desapercibido un hombre que te hiciera una cena porque sí. Y no con motivo de reconciliación por haberte ahorcado esa misma mañana por un ataque de incomodidad humana consigo mismo.
Definitivamente lo que acá estaba pasando era otra cosa.
Por fin, o mejor escrito por principio, estaba-estoy permitiendo que me vean como una mujer y estoy permitiéndome ver a un hombre como hombre y no como un niño que necesita de una madre que no le provea de drogas.
Definitivamente hoy estoy en el camino de la vida.
Y que él este diciendo que no es que yo también.
Cada uno con sus razones y/o sentimientos dice que si y dice que no a las cosas en general.
Y en este caso, no casualmente si un hombre me estaba diciendo que no es porque en un punto yo también le estaba diciendo que no, siendo entre otras cosas una psicótica o una asesina serial sin un muerto y sin un sueldo fijo.
Además de que igual una parte mía siga respondiendo a los patrones con los que me maneje toda la vida y que me cueste un kilo y medio de helado de $400 desprenderme de ellos, por el mejor helado del mundo estaba probando uno mejor.
Uno que no conocía y que en este tiempo tan corto y en tantos largos años de trabajo de vida, y tan cortos minutos de tiempo me estaba permitiendo conocer.
Pensaba, en que los imanes me estaban funcionando mejor, y que si en este momento de mi vida estaba atrayendo seres que miren la vida era porque yo también ya estaba en ella.
Por alguna razón estaba ocupando el lugar que me correspondía en el universo.
Y eso pesa más que un kilo y medio de helado de $400 que uno no quiere comer.
Esta vida era mía. Es decir, si que es mía y se me vienen muchas imágenes de felicidad futuras porque el presente esta muy presente.
Agradezco a quién pueda ver estas letras y entender en ellas un poco de amor.
Un poco de amor que en algún momento estuvo en otra parte ocupando un espacio muy acotado y difuso y que esta saliendo en este momento por todos los lugares que recorre el viento.
Y así de nuevo, terminando enero, todo lo que está escrito se esta cumpliendo.
Como en este caso hoy y ahora.
Volver a conectarme con la escritura.
Inclusive todo esto tenía que ver con lo que ya venía pidiendo a dios y al universo.
Fuera de la situación en la que me veía después de analizarlo mentalmente o después de esas fichitas que caen tiempo más tarde; esas fichitas definieron el juego.
El juego estaba cambiando y clarísimamente (si es que esta palabra existe) había terminado.
Lo que yo podía, y gracias, todavía puedo ver es que me había encontrado en la vida con un poeta de la sutileza.
No podía estar más feliz.
Habiéndome encontrado en la vida con asesinos, paranoicos, violadores y drogadictos, no pasaba desapercibido un hombre que te hiciera una cena porque sí. Y no con motivo de reconciliación por haberte ahorcado esa misma mañana por un ataque de incomodidad humana consigo mismo.
Definitivamente lo que acá estaba pasando era otra cosa.
Por fin, o mejor escrito por principio, estaba-estoy permitiendo que me vean como una mujer y estoy permitiéndome ver a un hombre como hombre y no como un niño que necesita de una madre que no le provea de drogas.
Definitivamente hoy estoy en el camino de la vida.
Y que él este diciendo que no es que yo también.
Cada uno con sus razones y/o sentimientos dice que si y dice que no a las cosas en general.
Y en este caso, no casualmente si un hombre me estaba diciendo que no es porque en un punto yo también le estaba diciendo que no, siendo entre otras cosas una psicótica o una asesina serial sin un muerto y sin un sueldo fijo.
Además de que igual una parte mía siga respondiendo a los patrones con los que me maneje toda la vida y que me cueste un kilo y medio de helado de $400 desprenderme de ellos, por el mejor helado del mundo estaba probando uno mejor.
Uno que no conocía y que en este tiempo tan corto y en tantos largos años de trabajo de vida, y tan cortos minutos de tiempo me estaba permitiendo conocer.
Pensaba, en que los imanes me estaban funcionando mejor, y que si en este momento de mi vida estaba atrayendo seres que miren la vida era porque yo también ya estaba en ella.
Por alguna razón estaba ocupando el lugar que me correspondía en el universo.
Y eso pesa más que un kilo y medio de helado de $400 que uno no quiere comer.
Esta vida era mía. Es decir, si que es mía y se me vienen muchas imágenes de felicidad futuras porque el presente esta muy presente.
Agradezco a quién pueda ver estas letras y entender en ellas un poco de amor.
Un poco de amor que en algún momento estuvo en otra parte ocupando un espacio muy acotado y difuso y que esta saliendo en este momento por todos los lugares que recorre el viento.
Y así de nuevo, terminando enero, todo lo que está escrito se esta cumpliendo.
Como en este caso hoy y ahora.
Volver a conectarme con la escritura.
jueves
diciembre 2012
Me guío bajo el mando de la intuición, soy un canal terrestre de dios en el universo.
En la tierra estoy siendo.
En el cielo Soy
En la tierra estoy siendo.
En el cielo Soy
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